sábado, 9 de mayo de 2015

LA BUHARDILLA(RECUERDO MATIAS)

El Altillo
En la casa de mi abuela había un altillo, desde mi punto de vista el mejor altillo en el que yo he estado en toda mi vida.
No era un sitio de fácil acceso y tampoco era fácil saber que estaba ahí, solo podía accederse con una escalera y de una manera inconsciente en la casa de mi abuela solo había una escalera pero de manera casi consciente solo un adulto podía llegar a ese altillo con dicha escalera.
A ver si me explico mejor, quiero decir que con esa escalera de pocos peldaños solo un adulto con un pequeño salto podía acceder a él, mientras que para un niño era imposible por mucho que saltara poder adentrar en tan incognito sitio.
En realidad no recuerdo bien que había en ese altillo, aunque a decir verdad lo recuerdo perfectamente, solo que no era tan importante lo que había en ese altillo sino más bien lo que sucedía en él cuando uno estaba dentro. Porque una vez arriba, además de sentir el miedo de que uno podía caerse por donde había accedido, empezaban a suceder cosas que tienen que ver más con la poesía que con la explicación.
Por ejemplo como explicar el olor del papel añejo que allí se escondía de libros, apuntes, inclusive de viejas libretas con las ordinarias notas de mi padre y mi tío de sus entrañables días por la escuela.
Como puedo hacer yo? Para explicar la cara de mi padre cuando encontraba algo que para él tenía un valor sentimental que inclusive nosotros sin saber de qué se trataba nos emocionábamos y sucumbíamos a un precioso silencio en ese mágico altillo.
Al final después de largas o estrechas horas tocaba bajar, por la razón que fuese, o bien porque mi abuela nos llamaba para cenar, o simplemente porque ya no había nada que registrar en sus escasos metros cuadrados, por lo que fuese tocaba bajar, y por su puesto igual que en el ascenso, la bajada era imposible sin la ayuda de un adulto por lo que de alguna manera eso también marcaba el final de ese día, que no sé muy bien porque pero yo diría que casi siempre era un domingo. Tal vez solo sea porque yo detesto los domingos y con este recuerdo intento hacer que cambie mi opinión sobre dicho día.
En la casa de mi abuela había un proyector de diapositivas, con diapositivas que si viera hoy,seguramente lloraría. También había un trastero con muebles insignificantes, una parra en el patio, una terraza, un cuarto enorme con muchos libros, una chimenea y un tocadiscos que de vez en cuando reproducía discos de Almendra, Sui Generis, Piazzolla, Joan Manuel Serrat, León Gieco, etc. Pero sin duda,el sitio que a  más me impactaba de la casa era el altillo y solo espero que hoy domingo alguien este guardando en él, el más efímero recuerdo.

No hay comentarios: